La princesa egipcia y el ave fénix

El ave fenix volaba en medio de la nada. Un buen dia detuvo su vuelo al ver sola a la princesa egipcia, ella lloraba…su dama fiel la había cambiado por un plebeyo, se encontraba muy herida, su corazón sangraba…
-No llores-dijo el ave fénix. Hay ocasiones en las que las personas deben partir.
-Sí, lo entiendo-respondio la princesa. Pero no con él, él es malo y solo la lastimará.
Esta vez era el ave fénix quien se conmovía con el llanto de la princesa, ahora le tocaba consolarla.
-Princesa, entiende, muchas veces es necesario que las personas cometan sus propios errores para que se den cuenta, ella te ha dejado mal, triste y destrozada pero yo ayudare a sanar las herdias que su abandono te ha dejado.
-Mi corazón se ha vuelto de piedra ave fénix, todo lo que me ha sucedido lo ha convertido en roca.
-¿Y tú quieres seguir así?
-No no quiero, quiero volver a sentir, estoy tan sola…
El ave fénix la miraba conmovida, aquella princesa parecía buena, pero sufría, sufría mucho. Su alma reflejaba la nobleza de su ser, el ave fénix podía observar mas allá de aquella elegancia que solo era la mejor mascara para su tristeza.
Esa escena inició la verdadera historia de la princesa egipcia y el ave fénix.
El ave fénix encontró en la princesa egipcia aquella parte de su corazón que alguna vez había perdido, esa amistad que durante años añoró, esa otra parte de sí misma. La princesa egipcia era tan opuesta pero tan parecida a ella…
Todo marchaba bien, hasta que un día la dama de la princesa egipicia volvió, pensó que sería demasiado fácil entrar nuevamente en la vida de la princesa y se sorprendió mucho al ver que ella estaba con el ave fénix:
-¿Y ella quién es?-dijo enfurecida.
-Es el ave fénix-respondió la princesa
-Y… ¿Qué hace contigo?
-Es mi amiga
-¿Tu amiga? ¿Y yo donde quedo?
-Ella es mi amiga, hemos compartido muchas cosas, momentos tristes y especiales que en su momento debí compartir contigo pero te fuiste.
La dama calló, sabía que había algo de verdad en lo que dijo la princesa, el ave fénix había sanado su corazón, se arrepentía, lloraba.
Trató de acercarse nuevamente a la princesa, fingía aceptar al ave fénix y la llamó amiga, el ave fénix creyó en ella, se engañó, pero finalmente la dama buscaba la amistad de la princesa que algún día dejó ir.
Pasó un tiempo y llegó el momento en que el ave fénix y la princesa egipcia debían iniciar una etapa juntas, la dama debía separarse pero no para siempre, la comunicación sería constante, al menos eso parecía.
Los celos que la dama sentía por la amistad entre el ave fénix y la princesa egipcia se volvieron cada vez más fuertes, y tomó la decisión de abandonarlas.
El momento en que el ave fénix y la princesa egipcia debían separarse había llegado. Cada una tomó un rumbo diferente, fue una gran prueba y su amistad la ha superado, siguen ahí hombro con hombro, poniendo al mundo a sus pies, deslumbrando a los seres de todos los mundos con su luz, su luminosidad sobresale ante todos.
Hoy el ave fénix sabe que la princesa egipcia ha robado una parte de su corazón, la ha ayudado a levantarse de cada caída, ha sido un pilar muy importante, fue quien le presentó al príncipe de chocolate, quien la ha llevado a iniciar a escribir una nueva historia en la que el ave fénix renace, regresa de entre las cenizas para ser cada vez más hermosa y luchar, luchar por lo que quiere, apoyada siempre de esa parte de su corazón que es la princesa egipcia, porque el destino las hizo amigas pero el corazón las ha convertido en hermanas.